Desde 2018, y para incentivar mi
hábito lector, estoy aceptando el Reading Challenge de la web
literaria Goodreads. Dicho desafío
consiste simplemente en proponerse una cantidad de libros que leer al comienzo
de cada año e ir añadiéndolos a la página correspondiente conforme los acabas.
Es un reto personal, y nadie te pasa cuentas de si lo cumples o no.
En mi caso, en cada uno de los
tres años que llevo con él, me he propuesto lo que considero una cantidad
razonable de libros leídos: 12, o 1 por mes. Mi intención con ello es, insisto,
estimular la lectura, no hacer alarde de mi capacidad lectora, ni mucho menos
devorar libros sin sentido ni aprovechamiento. Para mí lo importante sigue
siendo disfrutar de las lecturas que abordo antes que demostrar nada a nadie.
Dicho esto, estoy satisfecho de haber logrado —más o menos— cumplir el desafío durante los dos años precedentes y también en este 2020, pues, aunque acabamos
de sobrepasar su primera mitad, ya casi he alcanzado esa docena de volúmenes y
es obvio que la voy a sobrepasar.
Ahora bien: debo explicar qué es
lo que yo considero un “libro”. La RAE lo describe como “conjunto de muchas
hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen”.
Ateniéndonos a esta descripción, incluso un cómic, un cuento ilustrado para niños,
un catálogo eminentemente pictórico, o incluso un cuaderno en blanco, serían
“libros”. Yo incorporo mi propia variante de la definición e incluyo
exclusivamente en él dichos “conjuntos de hojas” que contienen cierta “densidad
lectora”, entendiéndose por esta algo que procure bastantes horas de lectura y
no sólo un rato. Para este recuento personal, no considero “libro” un pequeño
relato encuadernado, ni la mayoría de los cómics, salvo que tengan abundante
texto, que los hay. Básicamente, considero pues novelas, ensayos,
recopilaciones de cuentos, biografías y cosas por el estilo, de ahí que, de mis
lecturas de 2020 hasta la fecha, mi recuento particular sea de 11 libros, y no
12, como destaca Goodreads (debido al cuentecito A Rose for Emily).
Sin más preámbulos, a
continuación muestro en imágenes mis reading
challenges de los dos últimos años y medio, incluyendo los formatos de
“libro” que yo desestimo, pero que Goodreads sí cuenta.
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