¡Cincuenta cuentos!

«El acuario encantado», finalizado hace unas semanas, supone mi cuento nº 50. Medio centenar de historias cortas no es quizá un gran hito para alguien con mi edad (¡prácticamente salgo a una media de un cuento por año de vida!), pero sí que es, a nivel personal, un motivo de orgullo y de ánimo para seguir escribiendo, siempre al ritmo que marque la poca inspiración que me llega y sin prisas por batir nuevos récords si esto ha de ser al precio de la calidad. Además, casi la mitad de esos cuentos han sido escritos en los últimos cinco años, clara indicación de mi renovado interés por la narrativa tras —como he contado en otros sitios de este mismo blog— dos décadas de casi total abandono del género.

Como curiosidad, el cuento más corto que he escrito es «Pasaje del Terror» (3 páginas) y el más extenso, «La Doncella de Praggsburgo» (40), el cual podemos enclavar dentro de la categoría de novelette o cuento largo junto a «En las cavernas» y «El Centurión y la Marquesa» (22 y 20 páginas respectivamente). La longitud de la mayoría de los restantes cuentos oscila entre las 6 y 15 páginas. Naturalmente, no incluyo en este recuento los microrrelatos, mi novela corta, ni mis guiones: sólo cuentos propiamente.

La relación de estas historias la podéis encontrar casi completa en la página Narrativa.