Del gran Ray Harryhausen –que hoy
hubiera cumplido 99 años– no se podría decir que haya sido directamente una de
mis “influencias literarias”, pero sin duda su obra ha marcado mi vida y ha
tenido cierta repercusión en alguno de mis escritos: “El nigromante” quizá no
hubiese cobrado forma si la famosa escena de los esqueletos de Jasón y los Argonautas no me hubiera
cautivado como lo hizo hace ya varias décadas, razón por la cual decidí
dedicarle el cuento. Además, un pasaje en concreto de esta historia es un claro
homenaje a las películas del mago del stop
motion.
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