lunes, 1 de abril de 2019

80 aniversario del final de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil Española es una época que me fascina y en la que he querido ambientar dos de las historias de mi próximo libro. Aprovechando que hoy se cumplen exactamente ochenta años desde el final de la triste contienda, me gustaría adelantaros el primer párrafo de uno de dichos cuentos, “El Centurión y la Marquesa”, a modo de homenaje y recordatorio de todas las víctimas del conflicto bélico, y de las de todos los conflictos bélicos en general.

“La guerra es el pretexto perfecto que el villano, el ruin y el cobarde buscarán y propiciarán para poder campar a sus anchas; el coto de caza ideal para que los miserables y los desalmados impongan su criterio y su voluntad y hagan y deshagan a su antojo. En este terrible caldo de cultivo, el ladrón y el asesino saldrán de las sombras en las que se escondían, mostrarán su verdadera naturaleza y delinquirán impunemente a plena luz del día, sin temor a recriminación o castigo algunos; de hecho, muy al contrario, a menudo se verán alabados y recompensados por sus detestables acciones, que en tiempos de paz se hubiesen considerado crímenes e injusticias. Saqueadores y violadores harán su agosto mientras dure una contienda; probablemente prosperarán y se enriquecerán, e incluso se harán con posiciones de poder desde las que harán valer sus particulares y abusivas normas, sin más valor ni razón que los de sus armas y su violencia. La guerra, en fin, es el hábitat sublime para que las fieras disfrazadas de hombres acechen al desprevenido para atacarlo en manada o en bandada, corran a saciarse con los restos de estas desdichadas víctimas y se revuelquen gozosas entre la podredumbre que han generado ellas mismas…”


(Extracto del cuento "El Centurión y la Marquesa". (C) Luis E. Hernández Agüe, 2019.)

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